Crónica de una masacre
Maayan Miller - Universidad de Tel Aviv
Manuel Tarchitzky |
Un ejemplo de esos hechos es el conocido como "La masacre de la calle Catriel 321" de Bahía Blanca. El criminal hecho fue dado a conocer en su momento por los medios de comunicación como un enfrentamiento de una patrulla de soldados del V Cuerpo del Ejército contra civiles armados. Las pruebas testimonian una realidad muy distinta!
La masacre de la calle Catriel sucedió alrededor de la medianoche del 4 de septiembre de 1976 en una casa deshabitada de la calle Catriel 321 de Bahía Blanca. En dicha masacre se asesinó a Francisco Fornasari, Juan Carlos Castillo, Zulma Matzkin y Manuel Mario Tarchitzky. El patólogo Dr. Mariano N. Castex escribió en un informe, “sin lugar a dudas, las víctimas fueron fusiladas cuando estaban atadas al piso”.
En estos días se está realizando el juicio contra 17 acusados partícipes de la masacre a los que les acusan de secuestro, torturas y asesinatos de las víctimas. Entre los 17 acusados se encuentran 11 militares, 4 policías y dos carceleros. Todos ellos dijeron ser “patriotas que lucharon contra guerrilleros para defender la patria”.
En las evidencias que se rebelan contra los acusados están las declaraciones de testigos del hecho, que también, como las víctimas asesinadas, fuera secuestrados y trasladados al campo de concentración denominado “La Escuelita”, lugar en donde las víctimas fueron torturadas repetidas veces (no siempre para obtener información, sino para quebrarlas), para ser llevadas más tarde, cuando pensaban que ya no tenían más información, a algún lugar para su eliminación. Todos los testigos afirman que permanecieron en “La Escuelita” antes del asesinato. Esto, contradiciendo a los acusados que declararon que las víctimas fueron muertas en el enfrentamiento, de acuerdo al parte oficial del ejército. Muchos sobrevivientes que pasaron por ese campo de concentración afirmaron que lo que los acusados denominan como “enfrentamiento armado”, no fue más que un asesinato alevoso. Además, la autopsia demuestra que según los datos escritos en la acta de defunción presentada por el V Cuerpo de Ejército sobre el estado de los cadáveres es imposible que las víctimas fueran partícipes de un enfrentamiento armado.
El dr. Castex afirmó que la dispersión de las balas, los restos de los proyectiles que traspasaron los cuerpos y volvieron a entrar y otros que se encontraron en las ropas y el cabello demuestra sin lugar a dudas que las balas rebotaron en el piso; siendo por lo tanto que todas las víctimas estaban acostadas boca abajo. Las lastimaduras que se encontraron en las muñecas y el cuello de las víctimas indican que estaban atadas. El dr. Castex agregó que las declaraciones de los acusados en momento de los hechos, lo que declararon en el juicio y lo que demuestra la autopsia no dejan dudas de que mienten.
Lamentablemente durante estos casos de juicios, que se desarrollan lentamente, gran parte de los acusados que son ancianos van falleciendo por causas naturales sin haber pagado por los crímenes cometidos. La gran mayoría de los involucrados no sienten ningún tipo de arrepentimiento por sus criminales actos.
El texto completo y el link al texto en idioma original se encuentran en http://juiciobahiablanca.wordpress.com/2012/10/31/cronica-de-una-masacre/
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